Hablar del territorio o del paisaje de un lugar siempre es una tarea difícil, a causa de la complejidad de factores que lo condicionan y de las múltiples visiones que se pueden tener de él.

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Si algo tiene el Priorat es excepcionalidad. A nadie se le puede escapar, durante un paseo por este territorio, que se encuentra ante un paisaje singular, de unas características que lo diferencian claramente de cualquier otro sitio, a pesar de que pueda tener similitudes orográficas o agronómicas con otros lugares.

Aquí, en la DOCa Priorat, el clima y el suelo se han aliado para definir un paisaje que puede no ser atractivo para algunas personas, pero que puede ser capaz de seducir a muchas otras. La indiferencia nunca será la característica que lo defina. Como cualquier otro paisaje, la mano del hombre está presente y le aporta un toque personal. Es el signo evidente del esfuerzo del trabajo en un terreno adusto y difícil, que no puede hacer más que transformarse en un paisaje especial. Al fin y al cabo, la característica principal que define al paisaje de la DOCa Priorat es la uniformidad: cualquiera de las fincas, cerros, vertientes, riachuelos, huertecitos, caminos… incluso las barraquitas labriegas o las masías tienen un toque característico y auténtico que los identifica con lo que es la esencia del Priorat. Uno sabe que se encuentra en un espacio concreto y definido, un territorio con solera, tradición y espectacularidad paisajística. Es el territorio de la «llicorella», que pas súbitamente de los montes con suaves líneas de cresta a unas vertientes con pendientes impracticables, donde el observador se pregunta cómo en algun momento alguien ha osado plantar vid…

La DOCa Priorat forma una unidad paisajística compacta y bien definida, constituida por el gran anfiteatro montañoso que se extiende a los pies de la sierra de Montsant, por la litología pizarrosa de sus vertientes y por el trato que desde siempre se ha otorgado en esta tierra al ámbito agrícola, que se ha mantenido casi intacto hasta tiempos recientes.

La orografía de esta zona hace que se tenga que cultivar la vid en «costers» (cuestas) con pendientes tan pronunciadas que obliga, en algunos casos, a construir terrazas.

El paisaje que generan estos viñedos es uno de los rasgos característicos del Priorat, que le confieren esta personalidad tan acusada.

El paisaje constituye por si mismo un valor de la expresión cultural del territorio, para que sea el medio más importante para llegar a asimilar la esencia del carácter y la manera de entender la vida de las personas que viven y trabajan en ese espacio. En este sendio, y con la finalidad de proteger este valor para las generaciones futuras, determinadas prácticas culturales en el ordenamiento del territorio vienen reguladas por la Denominación de Origen Calificada Priorat mediante normativa interna en materia de paisaje. En definitiva, el paisaje de la DOCa Priorat es la expresión visual de la dura relación entre la acción humana y el entorno, de su traza cultural sobre el espacio, pasando a ser una profunda seña de identidad de sus vinos y de la manera de elaborarlos.

Buena parte del territorio de la DOCa Priorat tiene algun tipo de protección paisajística, ya sea como Plan Especial de Interés Natural (PEIN), Xarxa Natura 2000 o bien como parte del territorio incluido en el Parque Natural de la Sierra de Montsant.

La DOCa Priorat tiene catalogado el 100% del territorio de acuerdo con los condicionantes propios para la plantación de viña.

La DOCa Priorat, miembro de CERVIM

El Centro de Investigación, Estudio y Valorización para la Viticultura de Montaña (CERVIM) es un organismo internacional constituido en 1987 bajo el impulso de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV). Agrupa a regiones y organismos regionales, nacionales e internacionales que trabajan por la valorización y la preservación de la viticultura de montaña.

Esta institución se regula según la legislación del Valle de Aosta desde 2004, y tiene la sede en esta región. Desde su fundación, el centro defiende los intereses de la viticultura de montaña y con pendientes pronunciadas. Lleva a cabo estudios, investigaciones y congresos y participa en los encuentros internacionales y de sector donde se debaten asuntos relativos a la viticultura.

La DOCa Priorat fue admitida a principios de 2013 en este selecto grupo de regiones vitivinícolas. El 30 de mayo de 2013 el presidente de CERVIM, Roberto Gaudio, presentó en Barcelona y en Porrera la incorporación de la DOCa Priorat a este organismo.

Todas las zonas productoras que forman parte de CERVIM tienen una serie de características comunes que permiten hablar de una viticultura «heroica». La viticultura «heroica» viene definida por una serie de condicionantes en los que encaja la DOCa Priorat, como los siguientes: condiciones orográficas con poca mecanización; viñedos pequeños, a veces fragmentados y a menudo organizados en terrazas; empresas agrícolas con superficie de cultivo contenida; necesidad de inversiones económicas elevadas para la modernización de cultivos y, finalmente, la existencia de condiciones climáticas adversas.